Todos los 22 de marzo desde 1994 se celebra el día internacional del agua, día en el que  diferentes instituciones de todo el mundo realizan campañas de comunicación para recordarnos que  el agua es un bien escaso. Veintiséis años con el mismo mensaje vacío de ahorro de agua.

Nuestro reto era encontrar una manera diferente de llegar a la conciencia de los ciudadanos de Madrid, pensando en un consumidor/ciudadano para el que el mensaje del «ahorro de agua» después de tanto usarlo se ha convertido en un comodity  y partir de uno de los principios de la relación entre marcas y personas: no puedes esperar un cambio si tu no haces nada diferente.

Decidimos lanzar la primera campaña de ahorro de agua, que ahorra agua.

Llevamos la creatividad no solo en el mensaje y contenido, sino a la ejecución del plan de medios, sin renunciar a ningún formato ni soporte. Tomamos la decisión de recoger la cartelería de otras campañas del Ayuntamiento de Madrid y reutilizarla, dándole la vuelta a cada cartel, para plasmar nuestro mensaje en el reverso. Evitamos procesos de impresión industriales y nos montamos nuestro propio taller de serigrafía.

Más de 250 nuevos carteles cuya impresión por el proceso tradicional hubiese generado una huella hídrica de más de 90.000 litros de agua.